Pokemon Go y yo: Parte 2

          En mi artículo pasado escribí sobre los aspectos positivos que en mi corta experiencia comprobé al jugar Pokémon Go. Sin embargo, suficiente tiempo ha pasado ya para también darme cuenta de los aspectos negativos del juego, ya sean sociales o técnicos. Mencioné en la entrada anterior que me he topado con prejuicios por parte de los no jugadores.

          Soy maestra de profesión, y si al inicio pensaba que eso podría ser una ventaja con mis alumnos y ganármelos de alguna manera (o chantajearlos a cambio de buena conducta) ya que se estima que para finales de este año el intercambio de pokémon y la lucha entre jugadores será posible, a veces cuando entre mis colegas y superiores menciono que juego, puedo sentir sus miradas prejuiciosas. Espero que en los recesos no me sorprendan jugando Pokémon Go, porque entonces no quiero saber lo que me va a pasar.

¡Prepárate para los problemas! ¡Y más vale que temas!

          No solamente Pokémon trae consigo un estigma de que «sólo es para niños», «¿No estás muy grande para jugar eso?», o «Es una pérdida de tiempo, mejor ponte a trabajar». Todo lo que sea de caricatura parece también acarrear consigo estos comentarios por parte de la gente “madura” y “exitosa que usa mejor su tiempo”. Quizá esto no sea tanto un aspecto negativo exagerado, pero es incómodo para un adulto que otras personas de su edad o más jóvenes le critiquen por un juego el cual tiene todo el derecho de usar. Lo que me lleva a mi siguiente punto. En el juego, puedes escoger ser de tres equipos: Instinto, Sabiduría y Valor. Realmente esto no significa gran cosa al jugar, ni te afecta o beneficia en nada (quizá sí en algún futuro), pero la gente usa los equipos para discriminar, hacer bullying y enemistar. Esto no es del todo malo cuando no pasa de la broma en general, pero he visto casos de auténtica discriminación por pertenecer a cierto equipo.
          Otro aspecto negativo es lo fácil que es hacerse adicto a esto. Entre la emoción de saber qué pokémon se te atravesará mientras caminas, o saber cuál pokémon te va a salir de un huevo, defender tu gimnasio o tumbar el de otro, el juego tiene todas las herramientas para volverse adictivo.

No "Pokémonees" y manejes

         No es difícil darse cuenta que manejando es más rápido y cómodo jugar, pues al caminar no estás bajo el sol quemándote, deshidratándote, sudando y cansándote. En la comodidad de tu carro tienes aire acondicionado, no te cansas y todo eso. Sin embargo es aún más fácil tener un accidente automovilístico por querer atrapar al pokémon o alcanzar la pokeparada, y la verdad es que ya ha ocurrido; como un choque leve donde no pasa gran cosa, sólo es cuestión de tiempo hasta que una persona que "no la deba ni la tema" salga herido. Me atrevería a decir que jugar Pokémon Go al manejar es igual de peligroso que manejar con sueño o bajo la influencia del alcohol. Cabe mencionar que el juego en sí no es peligroso ni es mi intención satanizarlo, pues la intención es que Pokémon Go se juegue caminando, donde uno puede prestar mejor atención al juego sin exponerse tanto al peligro.

Al menos tengo un Eevee con PC de 311.

          ¿Por qué digo «tanto»? Porque el jugador es quien decide qué tan astuto ser al momento de jugar. «El Brayan», «El Kevin» y «La Brítany» se han vuelto eufemismos para nombrar a personas “cholos” o vandalos que se dedican a asaltar y a robar. Por ejemplo, un cebo colocado a las 12 de la noche en una calle poco transitada puede resultar muy peligroso.
          También los conocedores del juego estarán conscientes que, dependiendo del área geográfica, uno puede encontrar a un pokémon más fácil que en otro lugar. Por ejemplo, en áreas desérticas traerán pokémon de tipo roca y fuego, mientras que en lugares marcados como cuerpos acuáticos tales como ríos y mares, traerán pokémon de tipo agua y psíquico. Hay que tener mucho cuidado al momento de decidir entrar a un luagr con agua y que no esté cerca de una poképarada donde se pueda poner un cebo. Una movida en falso que provoque un accidente, y bueno, ahí terminan tus sueños de tumbar un gimnasio de los Valor.

Dice la leyenda que había un Blastoise en el agua.

         Quizá porque es reciente y está aún está en pleno desarrollo, pero el juego aún tiene muchos glitches. Es frustrante que a veces “se congele” el GPS y por más que camines, no avances en el mapa del juego. O a veces cuando logras encontrar un lugar que agarra dos (o más) poképaradas sin tener que caminar, el avatar se ponga a correr como loco y termine situándose en un lugar alejado de ellas y por más que te acomodes, nunca te acompaña el avatar. Y hablando de GPS, amiguitos: no se les vaya ocurrir usar GPSs falzos, o ayudas de terceros (como Pokémesh, por ejemplo) porque si Niantic se entera (y se enterará) te darás cuenta que te dejarán caer el banhammer sin ningún tipo de misericordia o piedad. Como mencioné en el artículo pasado, recordemos que el objetivo del juego es salir, caminar, explorar, y conocer en contraste de quedarte en tu casa sentado, detrás de la PC.

         Para finalizar, es importante mencionar que el juego aún (por desgracia) no permite la pelea contra otros jugadores. Sería bastante épico que entre tus amigos pudieras tener batallas y así obtener alguna recompensa en dulce, polvo, o quizá hasta CP. Si bien sería algo muy divertido y quizá hasta elemental para el juego, el hecho de que aún no se pueda sí le resta la dinámica e interacción. Sin embargo a pesar de estos aspectos que podrían desanimar a alguien por jugar, no hay que olvidar que nada debe ser un exceso, y que es el jugador quien decide qué tanto se quiere exponerse a un posible peligro, sin perder de vista que él será responsable de algún imprevisto desfavorable. ¡Hasta la próxima!