LA DISTANCIA NO ES UNA BARRERA

Soy de las que creen que todos tenemos una media naranja en algún lugar del planeta, lo difícil es llegar hasta ella. Esa media naranja es aquella persona con la que encajamos a la perfección como si los dos hubiéramos sido creados el uno para el otro, el problema es que encontrar esa persona en la mayoría de los casos es complicado.

Hasta que un día descubrimos que el chat puede ser el medio perfecto para dar con nuestra mitad de cítrico, donde poder conocer gente de otras culturas y costumbres, hacer amistades y compartir aficiones. El chat nos ayuda a salvar las distancias y lo mejor de todo, es perfecto para soltarse y decir lo que a viva voz y de frente no diríamos a alguien a quien acabamos de conocer. Hay un momento, muy mágico, en que surge ese sentimiento de conexión entre ambos, ese momento en que vamos destapando nuestro interior y nos fijamos en su forma de hablar, de comunicarse, sus expresiones… todo eso pueden ser indicativos que nos ayudan a conocer a la persona que está al otro lado. 

Quién les iba a decir a Doug Brown y a David R. Woolley, cuando crearon el primer sistema de chat (Talkomatic) en 1973, que cuatro décadas después, esa primera comunidad online con salas de chat, iba a ser el motor que pusiera en marcha toda la maquinaria, hasta llegar a lo que hoy conocemos, un chat moderno y lleno de posibilidades; un instrumento para comunicar personas y crear una red de sentimientos.

Disfrutemos de ello, sin reservas y dando lo mejor de cada uno de nosotros, sólo los usuarios somos los que realmente podemos hacer de este espacio un lugar de encuentro agradable, donde quizá…solamente quizá… nos topemos con esa mitad de naranja que anhelamos.